Qué decir sobre un estándar internacional para el banano.
El estándar internacional para hacer el banano más seguro y atractivo. Todo cambió después de la Segunda Guerra Mundial.
Hola a todos y bienvenidos una vez más a nuestro BananitaBlog. Como habrán podido observar en el título del post que nos ocupa, me he decidido a contarles el motivo por el cual tengo tantos hermanos idénticos por el mundo.
Como bananas tenemos nuestro propio estándar reconocido a nivel internacional.
Existen numerosas guías, códigos de buenas prácticas y recomendaciones para una ingente cantidad de productos. Por ello, seguramente muchos de ustedes habrán oído hablar de la norma DIN A 4 para los folios o las normas ISO para por ejemplo procesos industriales. Pero, ¿qué hay en relación a algo tan sencillo y natural como yo, un banano?, ¿mi producción se lleva a cabo conforme a estándares internacionales?.
Lo cierto es que sí. Usted también habrá pensado en más de una ocasión: ¿cómo se parecen tanto entre sí los bananos?. Quizás parezca una cuestión obvia, pues simplemente somos una fruta, por lo que parece sencillo obtener réplicas de los bananos. Sin embargo, aparte de ayudar el hecho de que todos pertenezcamos a la familia Musaceae, los métodos de producción basados en estándares de calidad explican también estas semejanzas.
De hecho, las normas alimentarias se desarrollaron hace mucho tiempo
Después de la Segunda Guerra Mundial cuando el mercado internacional de los alimentos experimentó un gran crecimiento se impulsó la estandarización alimentaria. Este gran desarrolló hizo que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras mantener numerosas conversaciones establecieran la Comisión del Códex Alimentario. Se creó como una Comisión internacional para asegurar las buenas prácticas comerciales y proteger la salud de los consumidores (Lupien, J.R. (2000). AgBioForum, 3(4), 192-196).
El Código alimentario contiene un estándar específico para el banano
Este Código alimentario contiene entre otras normas, estándares específicos para la carne, el pescado, la leche, … y los bananos. En la norma para el banano (CODEX STAN 205-1997) se describe cómo “las variedades comerciales de bananos obtenidos de Musa spp. (AAA), de la familia Musaceae, en estado verde, se habrán de suministrar frescos al consumidor, después de su acondicionamiento y envasado”:
- Enteros, limpios, de consistencia firme, sin pistilos y con el pedúnculo intacto.
- Estar prácticamente exentos de magulladuras, malformaciones o curvaturas anormales de los dedos.
- Estar exentos de humedad externa anormal, olor y/o sabor extraños.
Asimismo, la norma nos clasifica a los bananos por tamaño. Para medirnos es necesario hacer uso de un calibrador mediante el cual ha de garantizarse que nuestra longitud y nuestro grosor estén dentro de un determinado rango.
Además, la norma para el banano también incluye guías concernientes a nuestra presentación, marcado o etiquetado. Esta es una de las principales razones, por la que en los supermercados nos podrán encontrar en forma de manos (o clusters) cortados de forma limpia, casi perfecta.
Por lo tanto, para alcanzar las expectativas de nuestros clientes, la producción debe adecuarse a criterios de calidad.
No obstante, debemos saber que mi buen estado de forma y aspecto, no son sólo parámetros que reflejan mi calidad, sino también y más importante, son el resultado de métodos de trabajo estandarizados en todas nuestras fincas. En resumen: los esfuerzos dedicados a nuestro crecimiento permiten que nos convirtamos en bananos bonitos y deliciosos únicamente cuando se llevan a cabo procedimientos conformes a normativas reconocidas a nivel internacional.
¿Cómo se traduce todo ello en nuestras fincas? Lo contaremos a lo largo de distintos capítulos de nuestro BananitaBlog 🙂