Bananas en pista para despegue:

Salida: Ecuador Empacadora
Llegada: Mercados del Mundo

Hoy en nuestra publicación queremos traerte la etapa que pone en marcha nuestro viaje como banano: la empacadora.

En el siguiente video puedes ver dónde comienza la aventura del banano trotamundos:

Y … ¿hacia dónde nos lleva esta vía de cables?

Lo creas o no, en realidad nos dirige hacia tu supermercado ;-). Y como te hemos mostrado en el vídeo, comenzamos nuestro viaje haciendo uso del medio de transporte más ecológico: un sistema propulsado por la fuerza del hombre.

La primera parada en esta ruta es la instalación de empaque o empacadora.

Seguramente ya sepas que nuestro cultivo engloba numerosos procedimientos diseñados para que lleguemos a los mercados del mundo en perfectas condiciones.

Por ejemplo, en nuestras latitudes cuando llueve lo hace en forma de gotas de gran tamaño, a menudo tan grandes como la uva espina, y esta lluvia puede prolongarse incluso durante horas. Por ello, un sistema de drenaje bien diseñado es crucial en nuestras fincas. A nosotras las bananas nos encanta el sol, el calor y la humedad, pero si tras las lluvias, nuestras raíces permanecen empapadas mucho tiempo, estas pueden empezar a pudrirse.

Nuestro sistema de drenaje:

Sin embargo, esto no es todo: además de los controles y procedimientos aplicados en el cultivo, también en el empaque se aplican muchos otros.

De hecho, el proceso de empaque es una de las fases más importantes antes del embarque. Mucha gente está implicada en su supervisión y correcta implantación a lo largo de casi todo un día.

Continuemos la visita a una de nuestras fincas el día de empaque:

En primer lugar, necesitamos ser cuidadosamente recolectadas de la planta. Puedes comprobarlo en el vídeo de más abajo, donde se muestra como un equipo de cosecha corta nuestro tallo para colocar el racimo sobre una colchoneta. Después nos llevan hasta el sistema de cableado que nos transportará a la zona de empaque:

La siguiente tarea a llevar a cabo, ya en la empacadora, será limpiarnos de los restos de flores:

Inmediatamente después, somos lavadas a conciencia para limpiar cualquier resto de suciedad generada en el campo:

A continuación, se realiza el desmane, es decir, nos cortan en clusters o manos que se depositan en las tinas de agua, donde cualquier resto de látex se limpiaría:

Sólo las bananas que cumplimos los requisitos de calidad y tamaño, somos depositadas en las bandejas, etiquetadas y empacadas.

Es importante resaltar, que el empacado no es sólo nuestro “vestido” como producto, sino también una de las fases más importantes en la cadena de suministro. De ahí, que todos los trabajadores son formados para asegurar que las bananas son colocadas en las cajas de forma uniforme y adecuada, lo que nos permite viajar de forma segura. Podemos decir, que el método seguido por los empacadores para poner los clusters de banano en las cajas es como el de un rompecabezas.

Un empaque ajustado y ceñido nos protege de posibles cicatrices y rozaduras generadas en el largo viaje hasta nuestro destino. Ergo, la manipulación tras la cosecha es vital para extender nuestra vida amarilla tanto en las estanterías del supermercado, como en tu casa.

De hecho, si tienes la oportunidad de ver una caja de bananas en tu supermercado (antes de ser colocadas en los estantes), comprobarás que estamos perfectamente alineadas en filas en su interior.

Como has podido ver, ¡se invierten muchos esfuerzos durante el proceso de empaque! :-).